viernes, 29 de agosto de 2008



Génesis: libro de grandes contrastes y, muchas veces, una desmesurada violencia.Para muchos de nosotros el libro de génesis no es más que una teoría, buena o mala, sobre el origen del mundo, del hombre y del hombre en Israel. Pero en vez de hacernos poner de pie e iniciar una nueva caminata, esta teoría que creíamos encontrar en los primeros capítulos del génesis nos paralizó y nos dividió en partidarios del evolucionismo o del creacionismo, como si el génesis hablara de este problema. Pensábamos que era importante poder probar que Dios había creado el cielo y la tierra en seis días, pensábamos que era importante probar, con la Biblia en la mano, que el hombre y el mono no tiene el mismo origen, como si el génesis hablara de esto. Pensábamos también que era importante poder creer que las culebras hablan. Creíamos que valía la pena y la plata poder encontrar los restos del arca de Noé, porque con eso se podría demostrar, de una vez por todas, que la Biblia tenía razón. Pero lo que en todo estas riñas y peleas, a veces muy amargas, casi nunca hicimos fue preguntarle al texto mismo si acaso le importaba tener razón en estas cuestiones. Casi nunca se nos ocurrió pensar en otra posibilidad, la posibilidad de que aquellos textos no hablen en absoluto de una teoría, sino de una práctica, un proyecto de vida.Lo que para muchos quedó de esta confusión en torno al comienzo fue el papel de regalo, sucio y arrugado: el regalo mismo se nos perdió ya hace mucho.No será fácil hacer florecer de nuevo esta “flor sin defensa” que se llama el génesis. Nuestra única posibilidad para hacer que se levante y se abra será eliminar la causa fundamental de su caída: la mirada con la que nosotros la atacamos e hicimos que se marchitara.Dicho de otra manera: no tiene mucho sentido re-iniciar la caminata hacia el interior de los textos del génesis sin que sea a la vez una caminata hacia el interior de nuestra fe y... de nuestra manera de leer la Biblia.Si realmente queremos que la flor se abra para nosotros, tendremos que dejar que lo haga a su manera, sin apurar ni aplastar de antemano.A diferencia de lo que pensamos, el libro de génesis no está interesado en teorías. Son practicas, experiencias-hecha-palabra, de lo que nos quiere hablar. Practicas y experiencias de hombres y mujeres que pasaron por lo peor.La idea es preguntar a los textos si acaso nos proponen alguna practica, algún proyecto de vida en estos días de la gran incertidumbre. Porque la única manera en que la escritura se pueda convertir en sagrada escritura es que tenga un mensaje para mí, aquí y ahora. Un mensaje para mí y mi vida. Que me indique cómo caminar, qué decir, que decidir y qué hacer. La única manera en que la Biblia pueda llegar a ser santa Biblia es que tenga un mensaje para mi, que ilumine lo que soy y quien soy.Aunque nos cuesta confesarlo, debemos admitir que, muchas veces, la Biblia nos decepciona y parece no tener respuesta a las preguntas que le hacemos. Pero a la vez debemos admitir que no estamos acostumbrados a hacerles preguntas sobre nuestra condición social y material. ¿Quién busca el tema cesantía en la Biblia? ¿Quién busca una respuesta al tema democracia-dictadura? Sin embargo es ésta la problemática que vivimos a diario y que llevamos en la sangre que corre por nuestras venas. NO ES POSIBLE NO VIVIRLA SIN MORIR UN POCO CADA DÍA.Viviendo aquí y ahora aquí, no es posible no tener presente la pregunta por el poder absoluto, el hambre, el exilio, la pobreza, la servidumbre y tantas otras cosas que hacen imposible que haya esta vida en abundancia de que tanto hablamos y soñamos ..
(Hans de Wit)

.

No hay comentarios: